Por Beatriz Cornejo
Resaltan el trabajo con migrantes como extras en el largometraje
El Centro Cultural Plaza Fátima fue la sede en la que se proyectó el pasado 30 de septiembre, la segunda proyección de la película La Alberca de los Nadie, dirigida por José Luis Solís Olivares y perteneciente a la sección Galería del 19 ficmonterrey – Festival Internacional de Cine de Monterrey.
Con un lleno casi total, amigos y familiares del crew y talento de la producción, así como amantes del cine, se dieron cita a las 7:20 de la noche para presenciar la función de dicho largometraje, y posteriormente, participar en una sesión de preguntas y respuestas con el productor y más personas que participaron en la película.
La Alberca de los Nadies cuenta la historia de un grupo de migrantes que permanece cautivo en una finca en San Fernando, Tamaulipas. Ahí, Alex, un migrante indígena es puesto a prueba, teniendo que adentrarse en el mundo de la violencia para no morir; y Anayeli, una migrante indígena embarazada, busca sobrevivir y no perder a su hijo. Ambos harán entonces hasta lo impensable para seguir con vida.

Al término de la proyección, durante la sesión de preguntas y respuestas con uno de los productores de la película, Damián Cano Ruiz, los comentarios felicitando al talento y al crew de la película no se hicieron esperar. Ante esto, Damián aprovechó el micrófono para agradecer a todo el equipo que hizo posible la película, e invitó al talento presente, a que compartiera el escenario con él.
El productor también compartió que, según lo que platicó con el director José Luis Solís, se buscaba crear una atmósfera asfixiante a través de los planos y ángulos de cámara poco convencionales, similar a lo que se puede apreciar en la película El hijo de Saúl, ganadora del Festival de Cannes en 2015.
Otra de las preguntas que surgió y fue respondida por casi todos los del talento que estaban presenten, fue sobre las dificultades que más enfrentaron en la producción del largometraje. Personas tanto del departamento de vestuario, como del de maquillaje, resaltaron que una de las cosas más difíciles fue trabajar con tantos extras migrantes, pues tenían que hacer todo rápido (vestirlos y maquillarlos) a la par que iban conociendo sus historias y todo lo que han vivido, para no retrasar el rodaje.
Rodrigo Mier y Arce, a cargo de de la musicalización, compartió que la cantidad de música y definir qué tan musical iba a ser la película, fue la parte más difícil de hacer para él.
“Normalmente a mí me gusta poner mucha música en las producciones, y en este caso pues como que pide más silencios. […] José Luis (el director) quería muchos ambientes sonoros, trabajamos con eso, y entonces hay un leit motiv que va poco a poco apareciendo, y va de menos a más (in crescendo). El final es muy musical y explota en la escena donde vemos todos los cuerpos, y se va a los créditos”, explicó Rodrigo.
Este largometraje tendrá una proyección más el próximo 4 de octubre a las 3:00 pm, en Cinépolis Nuevo Sur. Se contará, además, con la presencia del director y talento.